#2 The Wire

Tras un breve parón con mi ranking sobre series de televisión vuelvo con una de las grandes, ni más ni menos, la que ocupa el número 2: The Wire
En mi opinión una de las mejores series de los últimos tiempos. En general, todos los personajes son buenísimos: McNulty, Cedric, Kima, Avon Barksdale, ‘Stringer’ Bell, ‘Bubbles’, Marlo, D’Angelo,  El Griego, ClayDavis, el concejal Carcetti... Pero, si tengo que elegir, me quedo con Omar
El vengador de los bajos fondos de Baltimore, que siempre va por libre y que anuncia su llegada con un enigmático silbido, como un pistolero solitario sacado de un western. Es un tipo duro que esconde, bajo su capa y su chaleco antibalas, un tierno corazoncito marica. ¿No me digáis que no lo tiene todo?


 
Omar is coming... 



Y, para terminar, la canción que forma parte de la banda sonora de la serie: Way Down in the Hole. Interpretada por el genial Tom Waits.



#3 Twin Peaks


La siguiente en la lista es la mítica serie Twin Peaks, creada por David Lynch y Marc Frost.   
Esta serie me enganchó muchísimo y nunca entendí como pudo cortarse por falta de audiencia en su día. Aún tengo pendiente de ver El fuego camina conmigo, la precuela que se hizo después de la serie, aunque por lo que oído no es muy buena.


La banda sonora de la serie fue realizada por Angelo Badalamenti, imposible separar las películas de Lynch de la música de Badalamenti. Sin duda una colaboraciones más fructíferas del mundo cinematográfico.
Me quedaría con todos los temas de la BSO, sobretodo con el tema principal, pero ya que he dibujado a la Señorita Palmer, elegiré Laura Palmer´s theme:

 


#4 Breaking Bad


Voy a hacer un ranking con las cuatro series que, hasta el momento, más me han gustado. Además pondré una canción que haya salido en cada una de ellas, bien en una escena o bien en los créditos. Cuatro series, cuatro canciones.

Ocupando el cuarto puesto: Breaking Bad.




Y la canción He venido del grupo cubano Los Zafiros, que aparece en la maravillosa escena del desguace del laboratorio-caravana. Aquí os la dejo:



Drogas, guarras y un enano racista

 Ayer vi una peli que me gustó mucho: In bruges (2008) o Escondidos en Brujas, no sé porque no podían traducir el título directamente a “En brujas”, en fin, no entraré hoy en el tema de las desafortunadas traducciones de títulos al castellano.

Es una película que empieza con un ritmo lento, presentando a dos personajes que, aparentemente, no tienen nada en común, recién llegados como dos turistas más a esta ciudad belga. No te sitúa en una posición omnisciente respecto a las vidas de estos personajes, ni qué pintan ahí, sino que todo se va desentramando a medida que avanza la película, del mismo modo, el ritmo va in crescendo, manteniendo la atención en vilo, hasta el sorprendente final.
Además toda la película maneja un humor negro con el que no paré de reír, a excepción de algunos momentos dramáticos del final (aunque yo creo que ni eso!).
El reparto lo conforman Colin Farrell, Ralph Fiennes, Clémence Poésy (una chica que se puso bastante de moda hace un par de años, con una rara belleza) y, el que para mí sin duda destaca más, Brendan Gleeson.

Se trata del primer largometraje del director de origen británico Martin McDonagh (más conocido por su faceta como dramaturgo) aunque en 2012 estrenó el segundo: Siete Psicópatas, que en principio no me llama mucho la atención. Por lo visto tiene un hermano, John Michael McDonagh, que también hace sus pinitos en el cine, The guard (El irlandés) es su último (y único) trabajo como director, y éste si que me llama más...aunque sólo sea por ver de nuevo al genial Brendan Gleeson.

¿Tendremos ante nosotros a la versión angloirlandesa de los Coen?


"es una sorpresa de principio a fin, una comedia muy humana y oscura, con una trama que no se puede predecir, solo disfrutar. De vez en cuando aparece una película como esta, que parece suceder a medida que avanza, impulsada por las peculiaridades de sus personajes".
Roger Ebert

"McDonagh es uno de esos creadores capaces de coger en sus manos algunos arquetipos gastados por el uso y extraer de ellos una inesperada poesía [...] [la película] funciona, a la vez, como thriller heterodoxo, metáfora existencial y comedia onírica".
Jordi Costa